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domingo, 14 de enero de 2018

El mejor de los 22

Autor: Vicent Dasí
Editorial: Algar 
 
Este libro trata sobre un niño que se llama Baddy y que se convierte en el héroe de su equipo (Ruzafa City) por parar dos penaltis y llevarlos a casi el título en la última jornada contra el Valencia CF alevín. 
Él en realidad no se llama Baddy se llama David, pero antes en preescolar se llamaba Vadi porque no sabía decir su nombre, así que cuando empezó Primaria el profesor que tenía le decía por su apellido Badía, pero le acortaron el nombre a Badi. Como usaba unas gafas de pasta negra, primero lo llamaron Baddy Potter ;después, Baddy a secas. 
Su padre, que le había regalado unos guantes del gran Santi Cañizares, le contaba que su nombre era por el jugador legendario del Real Madrid, David Beckham. Su madre le decía que era por el cantante de los Hombres G, David Summers, pero el sabía que era porque su padre le había pedido matrimonio a su madre bajo los pies de la estatua de David de Miguel Angel.
Como sus padres estaban separados, con su madre iba Nueva York y con su padre a Ruzafa. Su madre le puso un profesor particular de inglés en Nueva York y encontró su verdadera pasión, la música. Así que se encuentra con que tendrá que elegir: jugar el último partido de la temporada en el estadio de Mestalla o irse al casting de Sueños y estrellas.
Francisco Castillejo, 2º ESO

1 comentario:

Anónimo dijo...




El libro trata de un niño que sufre una enfermedad que le impide pronunciar y escribir su nombre, por lo tanto ha tenido un montón de motes: Budi, Baddy, Buddy, Davi. Aunque su nombre verdadero es David. David, desde pequeño, tiene miopía, y al ser alérgico a las lentillas, nunca se ha separado de sus gafas.

Cuando David tenía 9 años, sus padres se separaron, y tuvo que elegir entre quedarse con su padre en el pueblo de Valencia donde siempre había vivido, o irse a Manhattan a vivir con su madre. David, al ver a su padre tan hundido por el divorcio, se quedó con él para que no se hundiera más. Para que su madre no supiera por qué se quería quedar, dijo que era para poder seguir jugando en el City, el equipo de fútbol donde él jugaba de portero.

Al cabo de unos años, su padre ya estaba casi recordado gracias a él, pero sobre todo al fútbol. Su padre es un autentico fanático del fútbol. Ya antes, el padre de David, jugaba al fútbol en las categorías inferiores del Valencia CF, pero una lesión acabó con su carrera de deportista. Sus padres, los abuelos de David, aprovecharon este hecho y lo metieron en su taller que, hasta el momento, solo era de zapatos de baile, pero con la llegada del nuevo integrante, aumentó su repertorio a zapatillas de fútbol también. Este hecho le vino muy buen al negocio familiar, porque gracias a el padre de David y a sus contactos deportivos, la parte deportiva de la tienda de los abuelos de David, cada vez más grande, hasta que ya los abuelos de David se jubilaron,y ya todo el taller de zapatos se convirtió en una tienda de deportes.

OPINIÓN PERSONAL: Lo que me gusta de este libro es que pasan cosas que, por muy diminutas y no importante que parezcan, pueden cambiar todo lo que había pasado en un momento.
Lo que más me sorprende del chico es que al final hace lo que le gusta, cosa que no me esperaba de él.

Josué Mantero Campos