Autora: Geraldine McCaughrean
Editorial:Alfaguara Juvenil
Wendy y sus amigos se enteraron de que Peter estaba en problemas en el País de Nunca Jamás. Entonces decidieron ir allí para ayudarle. Pero como eran adultos, tuvieron primero que volver a ser niños. Para eso formularon las palabras mágicas y cogieron la ropa de sus hijos. Así emprendieron el viaje hasta Nunca Jamás. El viaje fue largo y en cuanto llegaron encontraron a Peter pero ya no era el mismo de antes. Ya no llevaba ropa verde sino roja. Y en lugar de llevar consigo a Campanilla llevaba a Luciérnaga de Fuego. Los chicos no tardaron en darse cuenta de que ya no era el mismo y que era muy poco amable. Pero aun así emprendieron el viaje en busca del tesoro. Tuvieron que andar mucho y en el camino Peter fue desterrando a sus amigos sólo porque no le gustaba su actitud. Cuando llegaron al cofre, descubrieron que el contenido era lo que uno más deseara. Así que Peter deseó algo pero no se lo dijo a nadie y de pronto apareció ¡el capitán Garfio! Pero no lucharon ni pelearon sino que Wendy le invitó a que pasara la noche con ellos y que descansase. Sengún James Garfio,no había dormido desde hace veinte años y Wendy decidió llevarlo a un sitio confortable para que se acostara. Y allí se quedó, durmiendo, pero para siempre. Wendy, Peter y sus amigos emprendieron el viaje de vuelta y cuando llegaron al sitio donde aparecieron, se despidieron todos de Peter y volvieron a sus casas. Volvieron a ser adultos y cada uno le contó a sus hijos sus aventuras con Peter Pan.
Ana Patricia Caño Cuevas
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